Hablando del buen Jodo.
Santa sangre (1989) es una película de coproducción italo—mexicana. Producida por el hermano del icono de la cinematografía de horror de bajo presupuesto Claudio Argento. Dirigida y escrita por Alejandro Jodorowsky.
Los hechos del film son los siguientes: Fénix es un niño que vive en un circo junto a sus padres, Orgo, lanzador de cuchillos y dueño del espectáculo y Concha, equilibrista y líder de una secta religiosa que adora a una colegiala mártir de brazos amputados. En una de las actuaciones, esta descubre a su marido retozando con la voluptuosa mujer tatuada y los agrede, a lo que Orgo responde cortándole los brazos y abriéndose la garganta acto seguido. Fénix es testigo de la sangrienta escena y tiene que añadir a su trauma que la mujer tatuada huya con su hija Alma, niña sordomuda de la que estaba enamorado.
Es llevado a un manicomio y permanece en un estado de mutismo absoluto hasta que aparece su madre, siendo ya un joven, con la que huye. Concha dominará a su hijo de manera enfermiza -los brazos del joven se convierten en los suyos, en una actuación circense y cotidiana- y le obligará a asesinar a las mujeres por las que se siente atraído.
Aparentemente, Santa sangre es una fábula sobre la búsqueda de la identidad personal, simbolizada en el amor perdido, Alma (nombre bastante clarificador), a la que se opone el control de Concha, que vampiriza y anula la personalidad del hijo y que éste trata de romper a través de las mujeres de las que se enamora.
En conclusión, una obra maestra de Alejandro Jodorowsky según la crítica. Una extraordinaria experiencia visual. Bailes, frutas, drogas, hemoglobina y mucho surrealismo conforman este universo enfermizamente pavoroso.