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lunes, 5 de noviembre de 2012

Amusement


Amusement, película norteamericana dirigida por John Simpson, es una antología de historias terroríficas (tres en total), aparentemente independientes entre sí (al estilo del "Creepshow" de George A. Romero), cuyo tramo final se esfuerza en establecer un nexo común entre todas ellas.

El hecho de que tres historias sin aparente relación confluyan en un único desenlace es, quizás, el punto más destacable –por su originalidad- de Amusement; una película, que por otro lado, dejará bastante insatisfechos a los aficionados más experimentados al cine de terror.

En la primera de las historias, una joven pareja viaja en coche, de noche, por carreteras secundarias, y flanqueados por un par de tipos con los que forman “la caravana perfecta” ¿? Uno de esos tipos es un sospechoso camionero, con una misteriosa carga en su trailer. El otro, un tranquilo y simpático padre de familia conduciendo un utilitario.

Los agujeros en el guión de esta primera historia, la peor parada en el cómputo final de la película, son del tamaño del camión que conduce uno de sus protagonistas.
Una historia que tiene su razón de ser en un presunto conflicto de identidades que finalmente no es tal, ya que cualquier espectador un poquito avezado en el género descubrirá, con un mínimo esfuerzo y a la primera de cambio, quién es el verdadero criminal en todo este embrollo. Fallida. La primera en la frente.

Parece una obviedad afirmar que la máscara decrépita y deforme de un payaso tiene el potencial suficiente para provocar miedo, o al menos inquietud (un servidor odia a los payasos). Pero dedicarle 20 minutos al plano fijo de un payaso amenazante sin tener nada más a lo que agarrarnos, me parece excesivo. Aún así, tampoco se trata de ser injustos. La segunda historia de Amusement, protagonizada por una improvisada babysitter (tras la misteriosa desaparición de la babysitter oficial) que debe pasar la noche cuidando de sus dos sobrinos y se ve asediada por un muñeco ataviado con las ropas y la máscara de un payaso, es la que mantiene un nivel más óptimo de suspense y horror. La fuerte presencia intimidatorio del payaso, el buen trabajo de la joven actriz protagonista(que también desempeñará un papel vital en el desenlace de la película), y un ritmo acertado en cuanto al desarrollo de la trama; convierten esta segunda historia en la más interesante –y rescatable- de Amusement.

Para finalizar, una previsible y por momentos ridícula historia sobre un hostal cuyo propietario, dueño de una histérica y cargante risa, esconde un terrible secreto. Aburrida.

Una vez finiquitadas las tres historias de rigor, John Simpson ejerce una pirueta mortal sobre el guión escrito por su colega Jake Wade Wall, para intentar que lo visto hasta el momento no caiga en saco roto. Recoge a las tres sufridas protagonistas, se saca de la chistera un villano común con ansias de venganza (aunque no se sabe muy bien de dónde le vienen esas ansías de venganza), e intenta redondear su propuesta con un desenlace tan rocambolesco como repleto de errores e incongruencias (el personaje de la despistada terapeuta es de los que son capaces, por sí solos, de echar por tierra cualquier guión).

Se acabó. Me voy a dormir pensando que es importante redactar la reseña lo antes posible, en previsión de que Amusement desaparezca definitivamente de mi mente.

Amusement tiene algún punto a su favor. El hecho de estructurarse en cuatro historias distintas, y que éstas tengan una duración muy ajustada, provoca que sea una película ágil, fácil de ver y de digerir. De consumo rápido y sencillo. A ello contribuye también un excelente acabado formal y la esforzada labor de sus protagonistas.

El gran inconveniente que se le puede atribuir a una película como Amusement es que no arriesga en absoluto. Todo resulta demasiado pulcro, demasiado correcto; y lo peor de todo, demasiado previsible. Casi infantil. La capacidad que tiene Amusement para asustar o sobrecoger al espectador se identifica con una reunión de jovencitas exploradoras sentadas alrededor de un fuego durante la noche y explicando historias de terror que todas se conocen de memoria. Un bagaje insuficiente para todo aquel aficionado curtido al género de terror.
Al espectador ocasional de cine de terror es posible que acabe gustándole (o al menos es posible que no le disguste del todo).