Etiquetas

sábado, 4 de julio de 2009

La suerte de Emma

Emma cría cerdos en la destartalada y endeudada granja de sus antepasados. Ella sacrifica a los cerdos a su manera: los trata con cariño hasta el último día, y les propina el golpe letal con una ternura muy especial. En los fuertes brazos de Emma los animales agonizantes dejan de sangrar lenta y sumisamente.
Pero Emma se siente sola. Sólo Henner, un policía rural bondadoso y algo simple le pide en matrimonio de vez en cuando. Emma no lo acepta porque odia a su entrometida y omnipresente madre. La ausencia de un hombre la suple con su motocicleta dotada con un ruidoso y maravilloso motor, para la que ha reservado un lugar especial detrás de la casa. El sillín de la moto vibra muchísimo y proporciona a Emma un buen rato de vez en cuando. Pero sigue sintiéndose sola.
Una noche, un Jaguar se estrella en su granja. Dentro del destrozado coche hay un hombre inconsciente y una bolsa llena de dinero. La suerte de Emma roza la perfección: el destino le ha traído dinero y también un hombre que huele exactamente como siempre había soñado. Max, que así se llama el hombre, es un vegetariano neurótico y un amante de la música; le ha robado el dinero a Hans, su jefe y su mejor amigo y un hombre muy astuto. Este robo no se corresponde con su carácter pacífico, pero lo cierto es que Max está gravemente enfermo: tiene cáncer de páncreas y sólo le quedan dos semanas de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario